Skyrim

Ahora vamos a pasa revista a todas las misiones que engloban la historia principal de Skyrim, las que hacen que la trama evolucione. Como ya hemos dicho, las misiones pueden encararse de muy distintas maneras y en orden muy diverso. De hecho, las misiones principales, las secundarias, las aleatorias, las de compañeros, las de gremios... interrelaciones entre sí, de manera que si has completado alguna misión previa puede que el desarrollo de la misión principal cambie. Te iremos avisando de ello... En la medida de lo posible. Y es que Skyrim no sólo tiene un mapa inmenso y un desarrollo casi infinito, si no que también está plagado de sorpresas a cada paso que das...

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Liberación

Tras escapar de tu funesto destino, tendrás que elegir si huir junto a Hadvar (Legión Imperial) o junto a Ralof (Capas de la Tormenta). De tu elección dependerá a qué tipo de enemigos te enfrentes en esta primera misión-tutorial (los imperiales están mejor armados). Pero esta primera decisión no condicionará la historia. También nos enfrentaremos contra arañas y algún oso (usa el sigilo), pero el camino es lineal.

Antes de la Tormenta

Al llegar a Cauce Boscoso, según el compañero que hayas elegido, te sugerirán que te alistes en el bando Imperial o con los Capas de la Tormenta. No tienes que decidirlo ahora. Tu siguiente paso es hablar con el Jarl de la ciudad de Carrera Blanca, al norte. Pero antes, si quieres, podrás iniciar la misión secundaria LA GARRA DORADA.

Cuando lleguemos a la ciudad de Carrera Blanca (G-5 en el mapa), un guardia saldrá a nuestro paso. Nos dejará pasar si le hablamos del ataque del dragón que hemos sufrido. Una vez dentro, dirígete al noroeste, hasta Cuenca del Dragón, donde vive el Jarl Balgruuf el Grande. Háblale de que Helgen ha sido atacada por un dragón que viene hacia aquí. Con esto termina la misión, aunque antes de empezar la siguiente puedes hablar con Farengar, el hechicero, y comprarle hechizos.

Túmulo de las cataratas lúgubres

Farengar te pedirá que vayas al Túmulo de las Cataratas Lúgubres para recuperar la Piedra del Dragón. Si has concluido la misión secundaria LA GARRA DORADA, ya tendrás la piedra. Si no, te diremos que es una mazmorra bastante sencilla, con enemigos como draugh y arañas poco complicados.

Al poco de entrar tendrás que resolver un puzzle: colocar los emblemas de las columnas giratorias en el orden correcto (Serpiente, Serpiente, Pez). Más adelante te encontrarás con Arvel, que tiene la Garra Dorada que necesitas para abrir la última puerta de la mazmorra. Obsérvala bien: tiene la clave para colocar los emblemas correctos en los anillos (de arriba a abajo: Oso, Mariposa, Búho) en la puerta. 

 

Una vez abierta, nos enfrentaremos contra el Señor Supremo Draugh. Regístralo para obtener la Piedra del Dragón y aprende la primera palabra del grito Fuerza Implacable. Vuelve a Cuenca del Dragón y entrega la piedra a Farengar.

El ascenso del dragón

Habla con el Jarl y equípate bien: han avistado un dragón y te piden ayuda. Ve a la atalaya Oeste y cuando lleguen los demás soldados, aparecerá Mirmulnir. El comportamiento de los dragones es impredecible y no hay una única táctica contra ellos. Eso sí, en este caso será fácil, ya que tienes la ayuda de otros soldados, y podrás refugiarte en la atalaya para recuperarte si es necesario. Una vez muerto el dragón, absorbe su alma para poder usar ya el grito Fuerza Implacable.

Vuelve a Cuenca del Dragón para contarle tu hazaña al Jarl y que te nombre Thane de la ciudad. Ahora podrás comprarte una casa en Carrera Blanca y disfrutar de la ayuda de uno de los 24 seguidores gratuitos que te ayudarán en los combates y transportarán tu equipo. Tu hazaña llega a oídos de los Barbas Grises, que te reclaman en su monasterio.

El camino de la Voz

Nuestro siguiente destino es el Paraje de Ivar. Desde esta aldea accederemos a Alto Hrothgar, tras una larga ascensión en la que nos enfrentaremos contra lobos y contra un troll de la escarcha. Una vez dentro del monasterio, los Barbas Grises nos enseñarán la segunda palabra del grito Fuerza Implacable y también la primera palabra de Torbellino Arrollador.